INAUGURACIÓN
Jueves 12 a las 12 horas
“Hijo del Infinito”, es una muestra de doce cuadros realizados entre las ciudades de Calama - ciudad donde estuve por un período de casi seis meses el año 2010 - y Quilpué. Dichas obras fueron confeccionadas en su mayoría el pasado año 2011, a través de la técnica de la pintura al acrílico sobre tela, donde tras un largo período dedicado al dibujo de formas abstractas, vuelvo a retomar el paisaje como tema.
A través de estos trabajos, pretendo rescatar mi primera impresión respecto a lo agreste del paisaje, lo distinto de las formas, los colores y por sobre todo, la sensación interna que me influjo dicho contacto.
Al observar el conjunto, al igual que forma individual percibo la involuntaria influencia, en el tratamiento de la atmósfera del paisaje, de la pintura metafísica de Giorgio De Chirico; la pincelada y el uso de colores a Edward Hopper; la simplificación del paisaje y la presencia del horizonte dentro de la representación del pintor nacional José Basso.
En este aspecto, el horizonte dentro del relato adquiere un significado más profundo a lo representado, ya que hace referencia a lo que es precisamente el infinito, la inmensidad, el vacío, la ausencia y la invitación a la contemplación o a recorrer mundos desconocidos, en busca de esa quimera o utopía del estado ideal que se logra percibir, como aquel brillo en la lejanía pero que no se logra alcanzar.
Gentileza de Victor Maturana L
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